Un 10 por ciento de la población masculina tiene de forma permanente este trastorno, que pasa por ser uno de los más habituales en el ámbito de las disfunciones sexuales, y otro 30 por ciento lo sufre de forma ocasional. La prevalencia en España es similar, más o menos, a la que existe en otros países.
Mi opinión es que no deberíamos avergonzarnos de tener este problema debido a las siguientes razones:
- Se puede tratar y curar con discreción.
- Nuestras parejas nos apoyan con el problema.
- El fin de ese tratamiento es sentirnos mejor con nosotros mismos y con nuestras parejas.
-La educación y el entrenamiento son tan importantes como los medicamentos.
Me gustaría finalizar diciendo que tenemos que apreciar la sensualidad, disfrutar de las relaciones sexuales con información y seguridad.